Política Comparada en Latinoamérica

Pugna de poderes y crisis de Gobernabilidad: ¿Hacia un nuevo presidencialismo?. (Pérez-Liñán, 2003). 

Pérez Liñán (2003) se centró principalmente en la política de latinoamericana específicamente en la evolución de los sistemas políticos de América Latina y las tensiones fuertemente marcadas entre el poder ejecutivo y el poder legislativo. Por ende, el autor propone un análisis sobre las dinámicas y políticas en la región, poniendo énfasis en cómo las luchas de poder dentro de los estados latinoamericanos que afectan el sistema democrático y su estabilidad. Pérez Liñán centro todo su análisis en la distorsión y el desequilibrio de los sistemas de poder, principalmente en los regímenes presidenciales de América Latina sosteniendo que, en muchos países de la región, el presidencialismo crea tensiones y conflictos entre el ejecutivo y el legislativo, lo que libera una "pugna" que se refiere a la lucha o el conflicto entre diferentes partes del gobierno por el control o la influencia sobre decisiones claves del Estado, lo cual puede generar tensiones y dificultades para la gobernabilidad. 

La pugna es constante, puesto que, puede tener efectos devastadores en el funcionamiento de las instituciones democráticas ya que, en el texto se hace evidente cómo las disputas entre estos poderes, junto con otros factores sociales y económicos, pueden llevar a la fragmentación política, crisis de gobernabilidad y en algunos casos a una crisis de representación.


  • La Pugna de Poderes es la fragilidad de los sistemas políticos latinoamericanos frente a las confrontaciones entre las diferentes ramas del poder por ende en particular, aborda cómo el presidencialismo, que entrega un poder considerable al presidente, puede en contextos específicos, socavar la efectividad de las instituciones democráticas, esto ocurre debido a que el sistema presidencialista genera una estructura de competencia entre el presidente y el Congreso lo que puede derivar en bloqueos legislativos, polarización política y una falta de cooperación entre los poderes del Estado. El comportamiento de los actores políticos y las élites en la región ha contribuido a la prolongación de esta pugna a través de un análisis detallado de la historia reciente de varios países latinoamericanos donde muestra cómo las luchas de poder entre el ejecutivo y el legislativo no solo son esenciales para el sistema, sino que también están construidas por una cultura política de confrontación y desconfianza mutua. 

El autor permitió mostrar cómo la falta de un diálogo constructivo entre los distintos poderes influye a la desestabilización de las democracias en América Latina. La crisis de gobernabilidad en América Latina suelen ser el resultado de la incapacidad de las instituciones para saber llevar las tensiones políticas y sociales de manera efectiva. Este punto es muy importante ya que señala que la solución no radica necesariamente en cambiar el sistema de gobierno, sino en mejorar la calidad de las instituciones democráticas y su capacidad de negociación y sobre la relación entre los diferentes actores políticos, los partidos, las fuerzas armadas y la sociedad civil. En este sentido, resalta la importancia de un sistema político inclusivo que fomente la cooperación entre los actores estatales y no estatales como en los casos de países como Argentina, Brasil, México, y Venezuela, lo que proporciona un marco comparativo útil para entender las dinámicas de poder en la región y su aproximación multidimensional que permite identificar patrones comunes y diferencias importantes entre los sistemas políticos de los distintos países latinoamericanos, lo cual es esencial para una comprensión más profunda de las tensiones políticas en la región.

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